Algunos han argumentado que la iglesia en Jerusalén era una iglesia regional, es decir, una sola iglesia que tenía jurisdicción sobre un área mucho más amplia que los límites de la ciudad. Pero, ¿cómo se llega a esta perspectiva? ¿Está de acuerdo con las Escrituras? Y si no lo está, ¿por qué entonces se promueve?
La iglesia en Jerusalén: ¿una iglesia regional?
Esta curiosa interpretación se apoya en Hechos 9:31, que habla de “la iglesia por toda Judea, Galilea y Samaria”. Según este punto de vista, la iglesia aquí se refiere a los santos perseguidos y esparcidos de Jerusalén después del martirio de Esteban (8:1). Se afirma que esos santos dispersos todavía eran reconocidos como la iglesia en Jerusalén, aunque ya no residían en Jerusalén. Pero, ¿la iglesia mencionada en Hechos 9:31 se refiere a una iglesia regional que ejerce autoridad administrativa más allá de los límites de la localidad, en este caso la ciudad de Jerusalén?
La nota 1 en la Santa Biblia Versión Recobro explica acerca de la palabra iglesia en Hechos 9:31:
Puesto que en esos tiempos la iglesia solo se había extendido a las regiones de Judea, Galilea y Samaria, y dado que la palabra toda abarca todos los lugares donde la iglesia existía, la palabra iglesia en singular se usa en el sentido universal, aunque posiblemente había varias iglesias locales en varias ciudades de esas tres regiones.
Con respecto a este versículo Witness Lee comentó:
Los judíos consideraban a Galilea una región menospreciada y a Samaria como una región llena de mixtura; no obstante, en 9:31 se habla de la iglesia en toda Judea, Galilea y Samaria. Esto indica que no importa cuán menospreciada era Galilea y cuán rechazada era Samaria por los judíos en Jerusalén, las iglesias establecidas en esas regiones eran, todas ellas, consideradas una sola iglesia. En el sentido local, ellas eran las iglesias, pero en el sentido universal, todas esas iglesias son la iglesia. Aquí tenemos una revelación básica con respecto a la unidad de la iglesia universalmente. (La Conclusión del Nuevo Testamento, Mensajes 189-204, págs. 2220-2221)
La frase la iglesia en toda Judea, Galilea y Samaria, entonces se refiere a la iglesia universal, que es una en existencia pero se expresa en muchas localidades en la tierra. Además, el Nuevo Testamento se refiere a las iglesias en una región o provincia del Imperio Romano, como “las iglesias de Asia” (1 Co. 16:19), “las iglesias de Galacia” (Gá. 1:2; 1 Co. 16:1) y “las iglesias de Macedonia” (2 Co. 8:1), pero nunca designa a una iglesia local como si se extendiera más allá de los límites de una ciudad. La noción no bíblica de una iglesia regional viola el precedente bíblico y conduce a la jerarquía al promover la centralización de la autoridad en una iglesia por encima de otras iglesias.
¿Existe una autoridad administrativa más allá de la localidad?
Junto a esta enseñanza está el extraño y forzado argumento de que los ancianos en Jerusalén tenían una autoridad administrativa que se extendía más allá de la misma Jerusalén, basado en el hecho de que las iglesias gentiles enviaban ayuda a los ancianos de la iglesia en Jerusalén (Hch. 11:28-30). Sin embargo, esta interpretación va más allá de la enseñanza explícita de las Escrituras y se convierte en pura especulación. De acuerdo con el claro modelo bíblico según el cual los apóstoles nombraron “ancianos… en cada iglesia” (Hch. 14:23), cada iglesia tenía su propio ancianato, su propia administración local. Además, el nombramiento de los apóstoles de “ancianos en cada ciudad” (Tit. 1:5) indica no solo que “toda iglesia” es igual a “toda ciudad” (cfr. Ap. 1:11), sino también que la administración de los ancianos en una iglesia local está limitada a la ciudad en la que está ubicada la iglesia.
Según Hechos 11:28-30, los discípulos en Antioquía enviaron ofrendas materiales “a los ancianos [es decir, de la iglesia en Jerusalén]” para distribuirlas “a los hermanos que habitaban en Judea” como anticipo de “una gran hambruna”. El arreglo descrito aquí no prueba que los ancianos de Jerusalén poseyeran alguna autoridad administrativa que se extendiera más allá de la ciudad de Jerusalén; más bien, muestra que “en los primeros días los ancianos administraban las finanzas de la iglesia” (Santa Biblia Versión Recobro, Hch. 11:30, nota 1). Sin embargo, afirmar que Hechos 11:29-30 corrobora la idea de que la iglesia en Jerusalén era una iglesia regional que ejercía autoridad administrativa en toda Judea y posiblemente más allá, es un salto en la lógica basado en suposiciones y conjeturas.
El precedente bíblico presentado en Hechos 11:29-30 es practicado hoy por las iglesias locales. A menudo, las iglesias envían ayuda material a los santos en regiones de todo el mundo para ayudar con los esfuerzos de recuperación después de los desastres naturales. A veces, esa ayuda se dirige a los ancianos de una localidad para distribuirla entre los santos y las iglesias de una región más amplia. Como ejemplo, en 1998 muchas iglesias locales enviaron fondos a los ancianos de la iglesia en Taipéi para ayudar a los santos de toda la isla de Taiwán con la recuperación después de un terremoto devastador. Como arreglo práctico, el envío de fondos a los ancianos en Taipéi para su distribución a los santos e iglesias en la isla satisfizo las necesidades críticas de manera oportuna. Los ancianos de Taipéi no suplantaron a los ancianos de las otras iglesias, ni su autoridad administrativa se extendió más allá de Taipéi propiamente dicho. Más bien, hubo una dulce y bendita coordinación entre las iglesias. Las necesidades de las iglesias y los santos fueron satisfechas a través de mucha comunión entre los ancianos y colaboradores en Taiwán. Habría sido imposible para las iglesias en el extranjero asignar los fondos para satisfacer las necesidades. La iglesia en Taipéi funcionó como un conducto a través del cual las santas ofrendas de los santos y las iglesias podían llegar a sus destinos de manera práctica y rápida. De esta manera, las iglesias gozaban de comunión en el manejo de las ofrendas materiales de los santos sin ningún control por parte de una supuesta iglesia regional, como imaginan necesario los promotores de esta interpretación engañosa (2 Co. 8:4; Fil. 4:14-15). Las iglesias de Taiwán no estaban bajo la jurisdicción de la iglesia de Taipéi. Tampoco hay pruebas que apoyen la afirmación de que las iglesias de Judea, Galilea o Samaria estaban bajo la jurisdicción de los ancianos de Jerusalén.
Conclusión
La práctica apropiada de la vida de iglesia en el terreno local, el terreno de la unidad, es el fundamento bíblico sobre el cual se levantó el recobro actual del Señor por medio de Watchman Nee. Witness Lee continuó fielmente la enseñanza y la obra de Watchman Nee, y el fruto de su labor se ve hoy en día en miles de iglesias locales establecidas en todo el mundo.
La enseñanza artificial de una iglesia regional toma por asalto el terreno de la unidad y no está fundamentada por las Escrituras. Produce un sistema jerárquico en el que una iglesia central ejerce control sobre las iglesias más pequeñas. Inventa una administración regional que reemplaza el modelo bíblico de iglesias locales que practican la unidad en la comunión. Aquellos que promueven esta enseñanza buscan ser libres para hacer lo que es recto ante sus propios ojos (Jue. 17:6; 21:25) al rechazar la singularidad de la posición de las iglesias locales sobre el terreno de la localidad. Tal cita selectiva de las Escrituras para apoyar un punto de vista erróneo del registro bíblico no muestra ningún interés por el testimonio del único Dios verdadero o la afirmación de Su Palabra.